lunes, 26 de mayo de 2008

Marruecos, tan cerca y tan lejos.

Por fín tuve la suerte de poder participar en un evento en Marruecos. Esta vez tuvimos a Nestlé en Marrakech. Hacía como 15 años que había estado por allí y la verdad es que me dejo tan impresionado que después de tanto tiempo había muchas cosas que recordaba con claridad. El viaje hasta allí fue en un avión charter, para no perder la costumbre. Esta vez no tuve tanta suerte como con el último, verdad Alicia?. Salimos con 3h de retraso, estuvimos 80 personas metidos más de 15min en un autocar a pie del avión, cuando la capacidad máxima era de 75 personas y luego esperando en el avión como 30 min a que trajeran un generador que funcionase para poder encender los motores del avión, que era pequeñito. La razón del retraso… de esas de peli de Alfredo Landa, no había forma de llenar el deposito de combustible del avión.

Cuando llegamos a Marrakech había una tormenta de aire y el piloto bordó el aterrizaje, llegamos a la rotonda de final de pista y para la Terminal. Cuando las azafatas abrieron puertas trajeron una escalera pero no del tamaño adecuado. Simple verdad? Pues 45 min después seguíamos sin forma de bajar del avión. Trajeron una escalera de era de la primera glaciación y como no llegaba pues… agrandes remedios grandes soluciones… le ponemos un taburete de plástico encima… Pero había algún problemilla a la hora de salvar los 80cm que había desde el avión hasta el taburete que estaba encima de la super escalera. Luego trajeron otra escalera, pero ahora no teníamos taburete en el avión para alcanzar al primer peldaño que quedaba como a un metro sobre el suelo del avión. A todo esto un calor en el avión increíble y hubo que abrir otra puerta del avión para que hiciese corriente. Ohhh, ahora si se está mejor, pero aquello parece el tunel del viento y las faldas de las azafatas no están pensada para estos lugares y mucho menos cuando te miran desde la pista. Entre la buenas vistas que tenían de las azafatas los operarios del aeropuerto, el talante con el que se tomas las cosas allí y que el avión no era de un tamaño corriente, allí no bajaba ni el tato. 10 personas, entre operarios, ingenieros, amigos de los ingenieros, asesores y mirones para bajar a 80 personas de un avión en un aeropuerto. Vaya risas!, menos mal que la gente se lo tomo con humor.

Cuando conseguimos bajar lo hicimos por una escalera que no tenía los últimos dos peldaños. Luego reunión por la tarde y cena en un palacio dentro de la Medina. Es una pasada ver como las casas se caen a cachos por fuera y luego por dentro son espectaculares, y es que en Marruecos viven de puertas a dentro.

A la mañana siguiente tocaba la actividad estrella. Cada grupo de 10 personas tenía 2 4x4, un GPS y un Road Book para completar un recorrido de unos 120km por caminos y carreteras. En el recorrido había tres paradas. Una de ellas era un pueblo perdido en mitad del monte donde una familia le enseñaba como hacen aceite. La siguiente en la que estaba yo era otro pueblecito en el que no se podía acceder ni en 4x4, en el que otra familia le enseñaba como hacen los telares, y la última un lugar típico de te verde. Lo mejor de todo esto es que los lugares que visitábamos eran familias a las que no les llegan turistas normalmente y de esta forma podíamos ayudarles un poco con su economía. Y es que para esas cosas el director del evento, Bernie, es un artista. Berine es otro asiduo del Blog que se fue desde Toledo hasta Dakar en Vespa. Por Marruecos los paisanos de la zona le llaman por su nombre y creo que es el único extranjero que yo he visto allí al que no se le acercan para venderle nada. Me pasé toda la mañana en mitad de la nada esperando a que llegarán los grupos al pueblecito y fue una maravilla poder compartir todo ese tiempo con los chavales de allí, los vendedores que pasaban con sus motos y paraban donde veían que había turistas. Todavía me pregunto como puede funcionar algo como esto, y siempre arranca a la primera!
La zona donde estuve era preciosa y después del calor del primer día con la tormenta de aire me puse mis pantaloncitos cortos y cual fue mi sorpresa cuando se puso a llover y ví que lo que había detrás de las nubes eran unas montañas nevadas! Luego comimos en uno de esos hoteles pequeñitos con encanto y por la tarde paseo en Calesha hasta la Medina y visita fugaz a la Medina y la maravillosa plaza de Marrakech. Lo romantico del momento nos pudo a Bernie, Alejandra, Quim y a mi… Las vistas desde el lugar donde tomamos un te verde era espectacular, y es que se nota que Bernie pasa por aquí con cierta frecuencia. Por la noche cenamos en un lugar precioso que era un antigua fábrica de azucar y donde aprendimos como se prepara una Sisha al descubrir que el fotógrafo era un auténtico profesional de la materia. Para esa noche ya estaba con mas sueño del que me suele corresponder después de las 12… Y es que los días previos no había dormido demasiado… Al día siguiente de nuevo para Madrid sin ninguna novedad, hasta que comencé a mirar por la venta y pude distinguir el Estrecho de Gibraltar. Desde alli arriba se veía desde Tarifa hasta Barbate, pasando por la famosa Duna de Tarifa donde se encuentra el mejor centro de Wind Surf y Kite Surf de Europa, la Duna de Bolonia, Zahara de los Atunes… Las vistas eran espectaculares!!! El evento fue breve pero intenso y descubrí nuevas experiencias como dormir una siesta de 1h durante un día de evento. Además tuve la suerte de estar muy bien acompañado con Yetis que no me dejaron descoordinar nada. Un placer Bernie, Alejandra, Tania, Quim y Jordi. Cuando repetimos?

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Marrakech

1 comentario:

Especialistas en rendimiento y salud dijo...
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