Este mundo va...

Pues va a ser que si!, este mundo va, de una forma mas o menos agradable, más o menos rápida, más o menos caótica, más o menos especial, pero no hay ninguna duda de que este mundo va con nosotros o sin nosotros. Son tantas las cosas que me gustaría cambiar de este lugar que es tan injusto y tan frío en tantas ocasiones… Pero por el contrario hay otras muchas cosas que merecen la pena. Luego pones en una balanza las cosas buenas y las que no lo son tanto y a mi personalmente me merece la pena. Es cierto que en muchas ocasiones lo pasamos mal, muy mal, pero es como cuando tienes una mascota. Yo tuve 14 años a mi gata, ella y yo éramos inseparables y el día que se marchó el dolor que sentí fue inmenso, pero haciendo balance de esos 14 años, sin ninguna duda mereció la pena.

Para los asiduos del blog no les extrañará que mi balance sea positivo, pero creo que es más importante la actitud ante lo que nos sucede, que lo que nos ocurre realmente (en esto creo que le debo mucho a mi tío Orlando). En cualquiera de los eventos en los que participo hay al menos 1 persona que no ha disfrutado nada, habiendo hecho lo mismo que yo. Sin embargo para mí ha sido un evento maravilloso a pesar de las jornadas de 16h currando, de los marrones y de la falta de sueño y comida (parece la Isla de los Famosos, jejeje) Después de una racha en la que no daba pie con bola me van sucediendo cosas, o quizá vaya viendo situaciones con otra óptica, en las que te das cuenta que todavía queda gente maravillosa en el mundo con la que conectas de una forma especial sin saber muy bien la razón. Gente que cuando cruzas la mirada con ellos te sientes arropado y tranquilo. Personas que pasan por delante de ti un día y tienes que tener la disposición adecuada para que no dejes la gran oportunidad que te da la vida de descubrir a una persona maravillosa. Pensarlo por un segundo, muchas de las amistades, o novios/as no serían nada si no fuera porque el día que pasó por delante de ti tuviste la sensibilidad de percibir que esa persona tenía algo más.

Son muchas las señales que nos indican que estamos aquí de “prestao”, como dice el padre de una amiga. Y el día que te llega una de esas señales con cierta intensidad lo primero que piensas es en la suerte que tienes de levantarte cada día y poderlo compartir con gente que te demuestra con mucha frecuencia lo que significas para ella, sin miedo al que pensarán. Yo me siento la persona mas afortunada del mundo por toda esa gente que me rodea, me apoya y me muestra sus sentimientos de una forma tan especial. Es muy probable que en el mundo haya mucha gente mas afortunada pero lo que importa es como todos ellos me hacen sentir. No hay muchas cosas que sean comparables a la sensación que te invade cuando alguien a quien aprecias y admiras te muestra lo que tú provocas en él. No cuesta nada, tan solo unos pocos segundos o minutos y sin embargo es muy probable que la persona que recibe esas palabras nunca las olvide. Ahora toca “digerir” este tocho y pensar sobre ello para desplegar nuestros sentidos e intentar percibir todo aquello que sucede a nuestro alrededor y de esta forma conseguir que el tiempo no pase sin más. Gracias a todas esas personas que me hacen sentir de esta forma tan especial.