Portugal también existe

En el pasado puente las hermanas Fernández organizaron uno de sus viajes que tanto me gustan. Esta vez estuvimos en Oporto y la verdad es que aunque hace poco estuve en Lisboa, Portugal me ha vuelto a sorprender. Es un país con miles de encantos al que por alguna razón nunca entra dentro de los planes de las vacaciones o escapadas. Esta vez Cristina iba hacer otro de sus "super" regalos de cumpleaños a David (Vaya novia que tienes!). La idea era sorprender al cumpleañero David con una escapada de 4 días, pero al final nos descubrió el destino. Nos fuimos en su super coche de David con la hermana de Trini, Trini y yo. Han sido 4 días geniales quitando el ratito de curvas en el viaje de ida... Trini se curro unas pocas de tardes en Internet y averiguó todo aquello que teníamos que visitar.

El viaje de ida fue algo peculiar pero gracias a algunos problemillas con el GPS terminamos entrando a Portugal por un lugar declarado parque natural, por el que hace años se producía el contrabando entre los dos países. El único problema son las curvas y el estar haciendo pruebas con la cámara mientras vas en el asiento trasero del coche. Vaya mareo que me agarré

El lugar donde estuvimos durmiendo era impresionante. Estuvimos en una finca a 20km de Oporto con una jardín tipo ingles cuidado al detalle. El lugar se llama Quinta das Alfaias (Por si alguno lo mirar para irse a pasar unos días). Teníamos un pequeño apartamento con cocina y un sofá cama algo tortuoso pero poder dormir en un lugar como esté con unos dueños encantadores ha merecido la pena. Además tuvimos una gran compañía... En el jardín había un pequeño estanque, piscina y muchos rincones con un encanto especial.
Oporto es una ciudad que sorprende por los impresionantes puentes que tienen sobre el Río Duero y por rústico (ruinas) de algunas zonas. Te da la sensación de estar en España hace unos pocos de años.

Las vistas desde lo alto del puente era preciosas, solo tenia un pequeño problema y es que la construcción era de metal y a través del suelo se podía ver lo que había debajo y eso la verdad es que es algo inquietante para los que tenemos algo de vértigo, para colmo el metro pasaba por lo alto del puente y la sensación de tranquilidad era todavía menor, pero las vistas merecían la pena.

Aunque seguro que hay muchas cosas que nos dejamos sin hacer, pudimos disfrutar de un paseito en barco por el Duero muy agradable. El tiempo acompañó todo el fin de semana y el color de las casas resaltaba con el cielo de una forma muy original. También visitamos el Palacio de la Música del que nos habían hablado muy bien y no defraudó. El lugar tiene algunas cosas muy curiosas con los cristales ondulados una sala VIP algo peculiar. El auditorio impresiona bastante y los aledaños son un lugar perfecto para ir con una bici o un Skate.Trini también nos llevo a una librería de hace unos pocos de años que nos dejo alucinados. Tenía muchos libros, pero lo mas increíble era una escalera de madera. Otra visita que hicimos fue a un parque cerca de Oporto en el que no encontramos el Mercado Medieval pero si un lago con un montón de patos y cisnes con los que Trini disfrutó mucho e hizo fotos como estas.Resumiendo, creo que Oporto es un lugar para visitar. No está lejos, hay mucho que ver y es muy barato. Además si vas bien acompañado y tienes un guia turística como Trini el éxito está asegurado.

La próxima habrá que ir en verano para disfrutar de la piscina de la casa y de las playas que hay por la zona. Además ya he localizado una escuela de Kitesurf...

Por cierto, como ya os imaginareis la mayoría de las fotos son de mi fotógrafa preferida, Trini.