Un domingo de agosto Playero

Un domingo de agosto en una playa del Mediterraneo alicantino puede ser un mogollón de gente o puedo ser una jornada en la que la tranquilidad sea permanente.

La hermana de Trini, Cristina, estuvo unos días por nuestra casa. Me costó unos días persuadirla pero al final ha merecido la pena, porque ha venido 5 días en los que lo hemos pasado muy bien. Nos ha tenido que aguantar algunos días a Trini y a mí, pero la verdad es que yo estoy encantado de que venga.

El sábado llegó el novio de Cristina, David, el que faltaba para los 4 fantásticos. Nos levantamos prontito y nos fuimos a jungla que es ir a la playa por esta zona en agosto. Curiósamente aparcamos cerca de la playa del Morach, montamos las canoas, metimos la comida y hasta la sombrilla de dominguero profesional, y pusimos rumbo norte (parecemos entendidos). Finalmente elegimos una calita en las que estábamos solo nosotros y allí pasamos el día con alguna visita de buceadoras intrépidas y de un trío “divino de la muerte” que veían en una neumática y de la que bajaron a caballito a la chica para llevarla a la playa. Lo mejor fue cuando vimos a uno de los chicos nadando con los abrazos en alto para que no se mojara la bolsa que traían de Purificación García. Un poco más tarde tuvimos la visita de algunos “Spiderman” escaladores que se suben por los acantilados como si no les costara. Luego nos fuimos para casa a ducharnos y darle una pequeña sorpresita a David. Llegamos por los pelos a Denia para embarcar en el catamarán de vela de la empresa en la que todavía trabajo. Nos dimos un paseo mientras veíamos la puesta de sol. La tripulación, como siempre, nos trato genial y nos sirvieron cava para celebrarlo y un vino suizo de fresa que estaba rico, rico… Para rematar el día nos fuimos a una Pizzería de Denia que es muy buena y siempre esta hasta arriba de gente. Fue llegar y había mesa para nosotros! Verlo para creerlo. Un día redondo.

Cuando queráis repetimos!!!!