viernes, 26 de junio de 2009

Proyecto del agua Marrakech (1º parte)

Pues aquí estamos de regreso de una de los viajes más increíbles que he hecho nunca. Sospecho que este viaje se va a largar en más de un post porque han sido 5 días muy intensos en los que disfrutado de un país maravilloso y he vivido experiencias que son complejas de explicar si no las vive uno en sus propias carnes.Hace un poco mas de un 1 años iba con un grupo a Marrakech y titulaba el post “Marruecos, tan lejos, tan cerca”. Sigo teniendo esa misma sensación tras esta nueva visita. Como os comentaba hace unas semanas el viaje que he hecho a Marruecos giraba entorno a un Proyecto de colocación de agua corriente en 120 casa de un pueblo situado a 70km al Sur de Marrakech llamado Ait Toumi. Aprovechando la ocasión algunos nos adelantamos, unos para conocer mejor Marrakech y otros para tener todo listo en el pueblo para terminar la colocación de tuberías, contadores y grifos en las casas de los habitantes de esta aldea.En el caso de Trini y mío tuvimos la suerte de poder conocer un poco más Marrakech y hacer noche en un Riad que es lo que en España llamaríamos Casa Rural. Bufff, el Riad Khamssa era de esos de peli. Solo tenía 9 habitaciones y estuvimos solos ya que éramos los únicos huéspedes. Además nos obsequiaron con la mejor de las habitaciones a pesar de que contratamos otra más normalita. El Riad se encontraba dentro de la Medina escondido en un barrio de herradores, carpinteros y talleres de motos que sinceramente era lo más parecido al escenario de Mordor en el Señor de los Anillos. Pero tras la puerta se encerraba un pequeño paraíso y es que en Marruecos las viviendas son de puertas a dentro. Paseamos y paseamos por la Medina por lugares de los que hubiera salido corriendo del miedo si hubiera estado en cualquier otro lugar del mundo como New York. En Marrakech todo es diferente, hasta eso. Nadie te mira con mala cara, nadie te intimida o te provoca sensación de inseguridad. Puedes pasear tranquilamente por los lugares mas recónditos con la tranquilidad que te permite el que en cada esquina haya alguien que quiera enseñarte su tienda… Pero eso es algo con lo que hay que saber pasear. Estuvimos en el Jardin Majorelle en el que el calor daba un poco de tregua y en el que había rincones con mucho encanto. La verdad es que en Marrakech es complejo no mirar a un lugar y ver una foto que hacer. Os aseguro que a pesar de haber hecho montones de fotos nos dejamos muchas por hacer. Pero son dos lugares los más representativos de esta ciudad, la Mezquita llamada Kotubia y la plaza Yamaa el Fna. Durante el día es un bonito lugar pero al caer la tarde eso se convierte en un paraíso con unos atardeceres preciosos y miles de personas reunidas en esta famosa plaza en la que puedes cenar, tomarte uno de los mejores zumos de naranja que he tomado nunca por 30 céntimos de euro, o ver como un cuenta historias tiene cientos de personas escuchando su cuento. También hay espacio para tomar caracoles o probar la pericia para meter una argolla en el cuello de una botella con una especie de caña para llevarte la botella de regalo. Esa plaza es un verdadero hervidero que se monta y se desmonta todos los días. El viernes antes de irnos a la aldea estuvimos visitando algunos de los palacios que se encuentran en esta ciudad. El trabajo que hay en ellos sorprende a todo el que pasa por allí.
Y eso fueron nuestras vivencias del miércoles,jueves y viernes por la mañana y aunque el viaje iba por muy buen camino lo mejor estaba por llegar.

No hay comentarios: