Erase una vez...: Tenerife en el Abama con 300 clientes

El domingo 13 de enero me fui a Madrid haciendo una paradita en Cuenca para pasar un día de todo terreno, comida buena y buena compañía. Luego llegué a Madrid para comenzar los preparativos de un evento de la editorial Santillana en Tenerife. La historia pintaba divertida puesto que teníamos 300 clientes.

Mi sorpresa comenzó cuando me dijeron que una persona del Hotel Abama donde íbamos a alojarnos vendría un día antes a Madrid para entregar las llaves de las habitaciones de los clientes. Fue curioso entregar a los clientes antes de subir al avión un sobre con diferente material y la tarjeta de la habitación. Conseguir esta sencilla tarea me llevo el martes entero. El evento comenzaba intensamente. El miércoles salía el avión charter en exclusica para el grupo. Yo era el encargado de que todo saliera bien y las 4:30 am estaba en pie. Los clientes llegaron a las 6 de la mañana, con buen humor a pesar de las horas.

Era raro ver como la gente del aeropuerto se preocupaba por el grupo. Subir al avión el primero y dar el OK para que el resto suba era una experiencia nueva para mií. Fuimos en un Boeing 757 de Gadair con una tripulación maravillosa con la que luego tuvimos la suerte de coincidir en otros 3 vuelos.

El viaje fue movidito pero la llegada a la isla fue impresionante al ver el Teide desde el avión asomando por encima de un mar de nubes. Después de aterrizar estuvimos en un centro de convenciones bastante bonito, daba la sensación de estar integrado en el paisaje volcánico que tanto impresiona al llegar.

Luego comenzó la carrera infinita de trabajo que nunca llegaba a su fin. Tuvimos que poner una toalla y un par de polos personalizados en todas habitaciones, además de una pegatina en el espejo.

Por la tarde tuve que organizar un torneo de Padel que estuvo muy reñido.

Las instalaciones del hotel eran… buff solo hay que ver la fotos.

El Hotel Abama es un 5 estrellas pero con algo especial. No soy muy partidario de estos mega hoteles donde no es necesario salir para nada, pero este en concreto no era un mal plan si los gastos no corres de tu cuenta. Por eso pongo en el título Tenerife en el Abama.

Esta es la vista que había por la noche en una zona del hotel. Lo que se ve al fondo es la luna que refleja en el mar...

Desde el Hotel se veía la cima del Teide, es curioso estar a nivel del mar y mirar hacia arriba y ver 3718 m de altitud (altura corregida según informacion de "primera mano"...), el pico más alto de España.

Por la noche cenamos en un lugar bastante bonito llamado la Fortaleza y al final llegue a las 1 am a la cama. Llevaba levantado desde la 3:30 am hora insular. Algunos tuvieron que acostarse mas tarde para terminar de montar la actividad del día siguiente en la playa.

El jueves tocaba madrugar de nuevo para adelantarse al grupo y gestionar los catamaranes con la gran directora del evento, la incansable María (quien tuviera tu energía). La gente navegaba en los barcos mientras comenzaban a preparar el material por grupos para la actividad de la playa.

Cada grupo tenía que decorar un estandarte y pintarse la cara. Luego desembarcamos en Zodiac en la playa donde tenían que colocar su estandarte y bandera en un carricoche que debían montar. Luego cada equipo teniía un cubo lleno de agua tintando con pedazos de esponja. El juego consistia en llegar a un punto manteniendo lo mas limpio posible el estandarte que habían coloreado, e intentar manchar el resto el suyo con las empojan empadas en tintes. Fue impresionante ver a 300 pergándose esponjazos. Cuando las esponjas se acabaron la gente comenzó a tirarse el tiente de los cubos. Cuando el tinte se acabó la gente llenaba los cubis en el mar y luego se los tiraban unos a otros. Fue una pasada. Para finalizar el grupo tuvo que desplegar una lona de 9x12 m y un paramotor debía de sobrevolar la zona para hacer una foto aérea, pero al final no pudo despegar.

Tras la actividad comimos en el mirador del hotel que tenía unas vistas como esta.Por la tarde tuvieron reunión con algún apagón incluido y por la tarde comenzamos a preparar la cena de gala que tenía Batukada incluida. Por suerte algunos Yetis pudimos cenar solitos y sentados por una vez. Las caras de cansacio ya eran evidentes en algunos de nosotros. Por la noche barra libre y diverso material de fiesta del que también hizo uso algún Yeti. También tuvimos a 3 gogos, dos chicas y un chico que dieron mucho que hablar. Las chicas eran mulatas normalilla, pero el chaval parecía que estaba bailando en una despedida de soltera.

Para terminar el viaje el último día tuvieron una pequeña reunión y otra vez para Madrid con el avión que nos había traido, y que luego pasaría a ser casi como nuestro jet privado con 4 vuelos en 5 días con la misma y encantadora tripulación. Curiosamente el avión iba para Barcelona y luego para la India pero al día siguiente nos espera otro charter para Malta y la primera sorpresa del día sería que el avión se había quedado en Madrid y repetíamos con la mismas azafatas y pilotos. Pero esto ya es la historia de otro evento en el que estuve justo después del de Tenerife.

Que conste que el “Negro” y María se han currado uno de los eventos mejor organizados en los que yo he participado en Yeti.